viernes, 21 de marzo de 2008

Compañeros ¡¡ viva la revolución !!

Llegó la hora de tomar rumbo hacia otro país, salimos de Cancún al atardecer para llegar a la Habana a eso de las 23:00 horas, tramites comunes como cambiar de moneda y regatear con algún taxista; nos tomó algo de tiempo pero llegamos sin problema al Vedado, uno de los barrios de esta ciudad (llamado así por que estaba prohibido "vedado" el que vivieran los negros y los pobres... pero cuando llegó el compañero Fidel todo eso cambió y el pueblo cogió estas casas) lleno de mansiones.
Desde el primer momento aprecias un mundo, que quieres comprender pero no sabes como.
La primera noche estuvimos como dos horas hablando con un castrista hasta la médula ,un señor de entre 60 y 70 años ( "dueño" de la casa particular donde nos quedamos a dormir ) que nos resumió los 50 años de revolución y sus interminables problemas con los americanos, a pesar de su edad en sus ojos podías ver a un hombre decidido a seguir luchando por la revolución.
Las ideas de la revolución cubana están muy presentes en sus gentes.
Pasamos casi tres días en la ciudad tomando mojitos y paseando por sus calles. Es una ciudad con no muchas cosas que ver, quizás con dos días bastaría para visitar lo mas característico pero para comprender la ciudad hace falta algo mas de tiempo. Eso si paseamos por el malecón todos los días, hicimos cosas características como ver atardecer al lado de las grandes fortalezas de la ciudad, vimos los famosos: Bodeguita del Medio y Floridita y por supuesto visitamos la plaza de la Revolución con su enorme imagen del Che.
El tercer día alquilamos un coche, eso si, la misma mañana que salimos porque aquí no te confirman nada ; es el país de el día a día, nunca sabes cuando va a haber una cosa.
Nos organizamos una pequeña ruta sin descuidar el tema playa.Tras 2 horas para salir de la Habana ( eso de los paneles informativos... )y casi 4 por algo parecido a una autovía llegamos a Trinidad, ciudad muy colonial y sorprendentemente cuidada( la habana de día parece una ciudad que acaba de salir de la guerra). Esta pequeña urbe esta llena de rincones hermosos y música en cada esquina tanto de día como de noche, realmente casi siempre escuchas los mismos temas pero tocados en diferentes estilos. El amigo Richar ( un chico al que recogimos en una gasolinera, lo del transporte realmente está muy mal en este país ) nos llevó una noche por todo los garitos de música en vivo, lo pasamos formidable, ciertamente es gente muy amable y divertida. Además de su casco histórico Trinidad tiene la playa más bonita de la costa caribeña cubana, playa de Ancón, allí pasamos dos magníficos días entre arena y palmeras.
Después de este merecido descanso(je,je)nos dirigimos hacia Remedios, para ello atravesamos el ancho de la isla y cambiamos la costa del Caribe por la del golfo de Méjico. Esta otra ciudad es más pequeña pero con autentico sabor guajiro, desde aquí visitamos uno de los muchos cayos que tiene Cuba; Santa María consta de 14km de playas que, por desgracia, están llenando de hoteles ( quieren convertirlo en un especie de Varadero) pero aún es un sitio muy tranquilo. Estuvimos en la playa la Perla Blanca( una de las pocas sin edificar ) pero aunque muy bonita esta playa no puede superar a mi Corralejo o Costa Calma.
El último día de nuestra estancia en la isla lo pasamos en la Habana, simplemente paseando (bueno, algún daikiri y algún mojito también cayó )
Tratar de comprender lo que es Cuba no es sencillo pero explicarlo es aún más complejo; me recuerda a la isleta de mi niñez donde todo el mundo estaba tramando algo, sin mala fe. Algo que vender, algo que comprar, un poco de ilegal por aquí otro por allá; un señor que te para en la carretera para venderte una langosta, alguien que recoges en la carretera y te sirve de guia, un taxista que te lleva apagando el motor para ahorrar gasolina durante 20 km, un señor que te da una moneda del che y otro que te la quiere cobrar por ocho veces su valor, una señora que te quiere vender un cucurucho de maní y no acepta la moneda oficial, un panadero que te cobra el pan a precio de cerveza, ocho personas trabajando en una gasolinera con cuatro mangueras, paladares (restaurantes) con el nivel de un restaurante de cuatro tenedores en un edificio ruinoso, en toda Cuba hay una puerta de atrás donde está lo ilegal, en fin nadie sabe que pasa aquí pero ocurre.
Crees que están pasando necesidad pero nadie se queda sin comer. Las gentes son muy distintas a lo que conocemos en el resto del mundo. Hay una cosa que me llamó especialmente la atención y es que no ves niños pidiendo, aquí los niños son niños y les ves en la escuela y por las tardes jugando a béisbol con un palo de escoba y un tapón de corcho algunos si tienen bates y guantes pero todos juegan, muy poca gente pide por la calle... En este viaje, por desgracia, hemos visto mucha miseria y muchos niños trabajando como adultos pero aquí no es así.
La política es muy criticada dentro y fuera de este país pero casi todos los cubanos con los que hablamos admiran a Fidel Castro algunos lo defiende, otros defienden algunas cosas pero nadie habla muy mal de él. Hay gente que esta deseando salir de la isla sobre todo la gente mas joven.
En resumen, nos ha gustado mucho Cuba y sobre todo sus gentes.

1 comentario:

Jorge Estévez dijo...

Bueno muchachos, veo que no perdéis el tiempo! Ya en Cuba!! Os recomiendo si no lo habeis leído ya "Habana para un infante difunto" de Cabrera Infante, ademas ahora podeis ponerle imagen real a los diferentes pasajes.

Un abrazo desde Madrid.