viernes, 4 de abril de 2008

La ciudad del canal

Tras salir de la isla de Fidel casi por los pelos (os explico, la habitación donde nos quedamos en La Habana estaba al fondo de la casa, junto al patio, separada del resto por una verja de hierro forjado, bueno, ese día la casa estaba muy ambientada y otro de los huéspedes cerró la verja con llave con la mala fortuna de que nosotros no teníamos una copia así que tuve que sacar a la cabrilla de pueblo que llevo dentro y saltar el muro trasero de la casa para poder tocar el timbre, repetidas veces, y despertar así a la dueña; toda esta odisea ocurrió a las 4:30 de la mañana, por lo que llegamos al aeropuerto un poco estresados, eso si , menos mal que con tiempo sobrado para coger nuestro vuelo ), nos dirigimos a Panamá.
Este país no estaba incluido en nuestra ruta pero, como había que hacer escala en él para ir a Brasil decidimos pasar un par de días para ver la capital.
El que las vacaciones de Semana Santa deja las ciudades practica mente vacías es decir poco si se compara con el aspecto de ciudad de Panamá un viernes santo, podrían contarse con los dedos de las manos el número de personas que estaban en las calles en torno a nuestro hotel ( y eso que se supone estaba en una zona céntrica ). Todas las tiendas, restaurantes y otros negocios cerrados. Así que cuando tras descansar salimos para comer se nos planteó un gran problema ¿DONDE?.Preguntamos en la recepción y nos enviaron a la zona del casco viejo.Tras un par de minutos en taxi( no es que estuviera cerca sino que como las calles estaban desiertas pues...) llegamos al pequeñísimo casco antiguo de ciudad de Panamá. Aproximadamente 5 x 5 calles transitables con seguridad rodeadas por una maraña de barrios donde nadie te recomendaba entrar.
Dimos una vuelta y por fin encontramos un restaurante abierto (realmente estaréis diciendo que tiene que ver toda esta historia con la ciudad, tranquilos, que normalmente me enrollo ,pero esta vez tiene una razón de ser ). Al ver la carta nos habíamos decantado por la carne ya que era la especialidad de la casa pero al pedirla nos dijeron que ese día no se podía servir más que hamburguesas y esas porque al estar dentro del pan no parecen carne, bueno, vale, no hay problema, es viernes santo y se acepta, tomaremos pescado pero cuando nos quedamos realmente perplejos fue cuando al pedir la bebida nos dijeron que tampoco nos podían dar nada con alcohol porque los inspectores estaban continuamente pasando para comprobar que se respetaba la Semana Santa. Siempre había pensado que en España se respetaban las fiestas católicas pero jamás había oído algo tan drástico.
Tras esta parrafada os hablo de la ciudad. Hay tres cosas que llaman la atención en ella:
1._ el canal, una obra de infraestructura increíble, es muy curioso ver decenas de barcos esperando su turno para pasar ( el paso, que dura unas 8 horas, es solo realizado por pilotos panameños) e impresiona ver el tamaño de los mismos cuanto te acercas a ver como se cruzan las exclusas,2.- los centros comerciales, Panamá se presenta al mundo como el paraíso de las compras, al preguntar en el hotel de lo primero que nos hablaron fueron de sus tiendas ( antes que del canal ) y 3.-sus impresionantes rascacielos, actualmente están construyendo uno de 150 plantas que tendrá un restaurante giratorio en la azotea ( que novedad no?!! ) y tienen un proyecto que convertirá a la ciudad en una nueva New York.
Si os sirve de algo nuestra opinión creemos que no merece mucho la pena, al menos la capital.

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