lunes, 14 de abril de 2008

El País del Guaraná


Después de visitar una de las maravillas naturales de este enorme globo volvimos a la civilización, lastimosamente nos quedamos sin poder observar directamente una de las tantas curiosidades que posee el gran Amazonas, el encuentro de las aguas, 10 km. durante los cuales los dos ríos que lo forman no se mezclan; el Rió Negro de aguas cálidas y oscuras y el río Solimoes color claro y muy frio.El mal tiempo impidió que nos pudiéramos acercar a este espectáculo, la magia del internet nos permite poder mostraros lo que es y de paso calmar mi curiosidad.
Pero como os comentaba, regresamos a la civilización, grandes ciudades, mucha pobreza, mucho desorden. Visitamos varios lugares : en Belem pudimos ver una pequeña porción del delta del Amazonas( su ancho es de 3oo km. ), en Sao Luis disfrutamos de su pequeño centro histórico ( un Oporto en miniatura ) y desde allí partimos para ver el P.N. Os Lençois Maranhenses; este lugar único en el mundo no es más que un gran desierto de dunas de arena blanca con una pequeña característica, esta plagado de lagunas de agua dulce ( suena horrible, verdad?). Tras este pequeño paraíso nos dirigimos a Fortaleza conocida por sus inmensas playas ( sinceramente seguimos pensando que como Fuerte no hay na' ). Nuestra intención era continuar ruta por el norte visitando lugares como Canoa Quebrada, Natal, Playa de Pipa,... pero al hacer la llamada quincenal a la familia nos comentaron que la mamá de Jaime había tenido un problemilla y decidimos que ya era hora de retornar así que acortamos el paseo y nos fuimos directitos a Salvador de Bahía.
Esta era una de las ciudades que más ganas teníamos de conocer. Hasta ahora Brasil solo había aportado 2 cosas a nuestra lista de maravillas: el Amazonas , indudablemente, y los Lençois. Llegamos a Salvador un poco ansiosos por encontrar una ciudad brasileña que nos llenara pero lamentablemente esta tampoco nos encandiló. Es cierto que su centro es lindo pero su grado de peligrosidad es tal que impide que disfrutes de él. Las playas de su bahía son larguísimas pero están tan poco cuidadas ...En resumen nos defraudó.
Tras no encontrar en Salvador aquello que buscábamos nos dirigimos a Río de Janeiro un poco embajonados. Sin embargo esta ciudad, a pesar de su enormidad y su alto nivel de pobreza, nos dejó con la boca abierta. Practicamente todo en Río es lindo: su ubicación ( rodeada de bosques y cerros ), sus playas ( Botafogo, Copacabana, Ipanema y otras muchas no tan conocidas, merecen realmente la fama que poseen ) y por supuesto sus hermosos rincones ( el Corcobado, el Pan de Azúcar).
Además, como yo soy muy futbolera, decidimos ir a ver un partido al que sin ninguna duda es uno de los estadios más famosos del mundo: el Maracaná. Tuvimos la gran suerte de ver el derbi de la ciudad: Flamengo-Vasco de Gama; el ambiente era tan intenso que te embargaba y te obligada a decidirte por uno de los 2, nosotros optamos por el Vasco que es como el Atletic español. Aunque llovió y el partido quedó empatado a dos fue genial poder comprobar que realmente los brasileños viven el fútbol tan intensamente como lo juegan.

sábado, 5 de abril de 2008

Amazonas

Salir de Panamá no nos costo mucho así que tomamos rumbo a Manaus. Esta ciudad con mas de 2 millones de personas nos pareció abrumadora y como dicen todas las guias no es nada bonita pero es el mejor punto de partida para ir al amazonas así que, pasamos la noche y por la mañana empezamos nuestra excursión primero coche,luego transbordador, otra vez coche y por último canoa motorizada.Tras varias horas nos dejaron en unas cabañas en medio de la selva, un poco de eco turismo. Por las noches dos horas de luz a motor y luego con velas. Muy bonito eso de acostarte al anochecer rodeado de selva en la que casi no puedes ni ver el suelo, es para alucinar, lianas, monos, arañas... todo un mundo desconocido para alguien de ciudad.
Os puedo decir que ver atardecer en el rió Negro es algo inigualable completamente diferente a lo que conocíamos hasta ahora. Por el día excursiones para conocer algo la jungla, aquí todo adquiere unas magnitudes exageradas que si miles de afluentes, cientos de tipos de lianas... Cualquier cifra deja a la siguiente atrás y vuelves a escuchar otra cosa que te deja la boca abierta. Pero a mi quizás lo mas que me cautivó es la quietud del río; parece que se detuviera el tiempo y el reflejo de los árboles es algo increíble. Hay zonas en que da vértigo, es tan perfecto que no sabrías donde termina el árbol y donde empieza el agua.
Cuesta ver a los animales en la espesa floresta que te rodea pero si mantienes silencio escuchas y ves todo tipo de vida.
Uno de los días nos llevaron a dar una vuelta por la selva. Andar es muy complicado y perderse la cosa mas sencilla del mundo, no se aprecia la diferencia entre un lugar y otro; aun con un guia como Silviño que nació en la jungla es fácil desorientarse, ellos usan el sol y las estrellas para guiarse pero también nos confeso que en alguna ocasión se había perdido con un grupo pero al final del día siempre consiguió orientarse y salir.
Estuvimos como tres horas andando a una velocidad de tortuga ,usando el machete para abrir paso, pero aun así sude la camisa como si hubiera jugado al squash tres horas .La humedad debía ser del 100 % y los mosquitos llaman a todos los amigos para que te saluden, aunque vayas tapado hasta las cejas y te bañes con repelente para insectos ellos se parten de risa y atraviesan la ropa para picarte una y otra vez. Aunque te dejan como un colador vale la pena vivir la experiencia, es una maravilla natural y aquí realmente el hombre es el extraño. La vida en estas condiciones es muy dura.
Cuando lees los programas de viajes organizados al amazonas parecen todos una chorra que si pesca de pirañas, captura de caimanes por la noche, caminata por la selva, visitar una aldea... pero cuando llegas aquí y lo vives es mucho mas de lo que esperas por que nada esta organizado los animales no están allí esperando al turista así que lo mismo ves que no, después de cualquier día lo mas grande que se puede hacer es ver atardecer al lado del río, son momentos únicos de esos que nunca mas olvidaras. Esperamos que los habitantes de este planeta sepan preservar las bellezas que esconde este increíble amazonas y nuestro hijos puedan vivir lo que nosotros.

viernes, 4 de abril de 2008

La ciudad del canal

Tras salir de la isla de Fidel casi por los pelos (os explico, la habitación donde nos quedamos en La Habana estaba al fondo de la casa, junto al patio, separada del resto por una verja de hierro forjado, bueno, ese día la casa estaba muy ambientada y otro de los huéspedes cerró la verja con llave con la mala fortuna de que nosotros no teníamos una copia así que tuve que sacar a la cabrilla de pueblo que llevo dentro y saltar el muro trasero de la casa para poder tocar el timbre, repetidas veces, y despertar así a la dueña; toda esta odisea ocurrió a las 4:30 de la mañana, por lo que llegamos al aeropuerto un poco estresados, eso si , menos mal que con tiempo sobrado para coger nuestro vuelo ), nos dirigimos a Panamá.
Este país no estaba incluido en nuestra ruta pero, como había que hacer escala en él para ir a Brasil decidimos pasar un par de días para ver la capital.
El que las vacaciones de Semana Santa deja las ciudades practica mente vacías es decir poco si se compara con el aspecto de ciudad de Panamá un viernes santo, podrían contarse con los dedos de las manos el número de personas que estaban en las calles en torno a nuestro hotel ( y eso que se supone estaba en una zona céntrica ). Todas las tiendas, restaurantes y otros negocios cerrados. Así que cuando tras descansar salimos para comer se nos planteó un gran problema ¿DONDE?.Preguntamos en la recepción y nos enviaron a la zona del casco viejo.Tras un par de minutos en taxi( no es que estuviera cerca sino que como las calles estaban desiertas pues...) llegamos al pequeñísimo casco antiguo de ciudad de Panamá. Aproximadamente 5 x 5 calles transitables con seguridad rodeadas por una maraña de barrios donde nadie te recomendaba entrar.
Dimos una vuelta y por fin encontramos un restaurante abierto (realmente estaréis diciendo que tiene que ver toda esta historia con la ciudad, tranquilos, que normalmente me enrollo ,pero esta vez tiene una razón de ser ). Al ver la carta nos habíamos decantado por la carne ya que era la especialidad de la casa pero al pedirla nos dijeron que ese día no se podía servir más que hamburguesas y esas porque al estar dentro del pan no parecen carne, bueno, vale, no hay problema, es viernes santo y se acepta, tomaremos pescado pero cuando nos quedamos realmente perplejos fue cuando al pedir la bebida nos dijeron que tampoco nos podían dar nada con alcohol porque los inspectores estaban continuamente pasando para comprobar que se respetaba la Semana Santa. Siempre había pensado que en España se respetaban las fiestas católicas pero jamás había oído algo tan drástico.
Tras esta parrafada os hablo de la ciudad. Hay tres cosas que llaman la atención en ella:
1._ el canal, una obra de infraestructura increíble, es muy curioso ver decenas de barcos esperando su turno para pasar ( el paso, que dura unas 8 horas, es solo realizado por pilotos panameños) e impresiona ver el tamaño de los mismos cuanto te acercas a ver como se cruzan las exclusas,2.- los centros comerciales, Panamá se presenta al mundo como el paraíso de las compras, al preguntar en el hotel de lo primero que nos hablaron fueron de sus tiendas ( antes que del canal ) y 3.-sus impresionantes rascacielos, actualmente están construyendo uno de 150 plantas que tendrá un restaurante giratorio en la azotea ( que novedad no?!! ) y tienen un proyecto que convertirá a la ciudad en una nueva New York.
Si os sirve de algo nuestra opinión creemos que no merece mucho la pena, al menos la capital.